IGLESIA DE CRISTO EN LA ROMANA
“Entonces oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: Aquí estoy. ¡Envíame mí!
Isaías 6:8
Fue precisamente esta escritura del libro de Isaías la que Dios utilizó, (como escritura tema de un video ideado y grabado por discípulos para inspirar el corazón a la Gran Comisión, el cual fue presentado en el Retiro de Solteros de finales de 2006 “Abre Tus Ojos”, para sembrar en el corazón de los discípulos Dominicanos, que era ya tiempo de comenzar a hacer realidad lo que por más de 3 años veníamos orando; enviar la segunda misión de la República Dominicana. En esta ocasión Dios había elegido la parte Este de la Isla, para expandir su reino.
El 2007 fue un año de intensa oración para que Dios mostrara cuál de las provincias del Este Él había escogido, y revelara los nombres de aquellos que en su corazón le habían contestado “Aquí estoy, envíame a mí”. La provincia fue La Romana, la tercera de mayor población en el país (aproximadamente 260,000 habitantes) y el motor turístico de la nación, altamente reconocida por sus hermosas playas y complejos hoteleros de clase mundial. Y también por el desenfreno y la aparente religiosidad.
En noviembre de este mismo año 2007 se llevó a cabo el primer “Devocional de Misiones”, abierto a todo a aquel que tenía el interés de participar en la misión. Luego de intensas oraciones, evaluaciones y entrevistas, en febrero de 2008 el Señor declaró los nombres de los hombres y mujeres que irían a La Romana a buscar y salvar lo que se había perdido. ¿La fecha? JULIO sería el mes del inicio.
Desde mayo, todo el equipo misionero (que hasta ese momento había estado trabajando en las diferentes regiones, sectores y ministerio de la iglesia) fue unificado en la región de los Miércoles, con el objetivo de ir conociéndose, aprender a trabajar en equipo, entrenarse en las diferentes necesidades y reconocerse desde ya como esa “nueva iglesia” que pronto serían.
El 14 de julio, llegó a La Romana el grupo de 20 discípulos: 8 hombres y 12 mujeres (15 solteros, 4 casados y 1 mamá soltera) con el corazón lleno de emociones, deseos, fe, confianza y agradecimiento por saber que Dios les había confiado el honor de llevar su mensaje a esta tierra tan necesitada. Sólo 12 días teníamos para dejarle saber a La Romana entera que el día 27 de julio (Día de Los Padres en República Dominicana en este año), era el primer servicio de inauguración de la Iglesia Internacional de Cristo en La Romana.
Cada día, cada discípulo entrego su corazón a compartir su fe a cada momento, en todo lugar, con cada persona con la que tenía cualquier tipo de contacto. Días y días recorriendo las calles, en universidades, en comercios, en oficinas, en transportes públicos, invitando a los romanenses al gran banquete que Dios les estaba preparando para el domingo 27, a las 10:am.
El gran día llegó, y todos estábamos llenos de emoción y expectativa por ver lo que Dios iba a hacer en esta fecha. Desde las 8:00am llegamos al local para atender a los preparativos, ensayos y ultimar detalles. El tiempo transcurría y el salón se mantenía vacío, sólo con discípulos. Las 9:55am y nadie llegaba. Pero para las 10:00am, Dios había movido el corazón de un discípulo a salir a la calle e invitar a la gente que iba pasando. Fue como una cadena, de repente estaban los discípulos en las calles de los alrededores, invitando a todo el que pasaba. Aquellos que iban aceptando la invitación, eran acompañados al entrar al salón. Fue increíblemente impresionante vivir en carne propia la parábola del “Gran Banquete”…cada discípulo en esos momentos, recordaba de manera individual en su mente la escritura que dice:“ Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten al banquete a todos los que encuentren” (Mateo 22:9). Dios había dado su sentencia, los que despreciaron la invitación no disfrutarían de la gran cena. Y así fue como el primer servicio en La Romana contó con una asistencia de 144 personas, 73 de ellas invitados de último momento.
Este pasado 27 de julio fue una gran victoria para nuestro Señor y una inolvidable enseñanza para cada uno de nosotros…”El hombre planea pero Dios dispone”. Fue la más sencilla y contundente enseñanza de nuestro Señor para iniciar su misión…”nosotros solo serenos simples sembradores y regadores de la semilla…y es El a través de su Palabra y Poder, quien la hará crecer y dar muchos frutos en su perfecto tiempo”.
¿Cómo Llegar?
Reuniones
DOMINGOS
10:00am
MIÉRCOLES
7:30pm
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